Opinión
I. P. L.
Puede ser doloroso reconocerlo pero ya son unas cuantas las batallas judiciales perdidas. El cava, o mejor dicho el pleno de su consejo regulador, tiene una cierta tendencia a salir malparado de los tribunales. Algo que le ocurrió primero por la limitación de nuevas plantaciones y ahora por los nombres que intentaba repartir, con verdadero arte, por su geografía. Los ganadores, en alguna ocasión, Almendralejo, en otras Requena y también los dos. En realidad, Viñedos de Almendralejo y Zona de Levante como se llama y se seguirá llamando la primera y como se ha llamado hasta hoy -con frontal oposición de elaboradores e instituciones valencianas- la segunda.
En el proyecto de zonificación iniciado por la D. O. Cava no cabía que el cava de Requena se llamara Cava de Requena. El motivo, que podría llevar a confusión -sostenían los promotores de la causa- con la D. O. Utiel-Requena. Mucho mejor nombres tan inspiradores como Zona de Levante o tan sencillos como Cava del Interior Valenciano o Altos Requenenses. Nada que compararse no pudiera con creaciones como Comtats de Barcelona o Valle del Cierzo (subzona de Valle del Ebro).
Entre quienes no estuvieron de acuerdo, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que podía recurrirse ante el Tribunal Supremo. Una oportunidad que no quisieron desaprovechar quienes habían iniciado el proceso judicial. El resultado, conocido en las últimas horas, la inadmisión del recurso por parte del Tribunal Supremo, de acuerdo con la información que publica el diario Las Provincias. El final, parece, de un enfrentamiento destinado a impedir o a lograr llamar las cosas por su nombre.
Más información: https://www.lasprovincias.es
Foto: D. O. Cava