Costiña, Lapaca, el chocolate y la periferia

I. P. L. 

Resulta sencillo encontrar en las grandes ciudades a quienes alcancen niveles artísticos con el manejo del chocolate. Posiblemente porque son más y más conocidos. Algo que hace especialmente gratificante el hallazgo de grandes maestros repartidos por la periferia. Expertos alejados de ese kilómetro cero que desde Teodoro Bardají hasta nuestros días ha irradiado su influencia también en las más dulces cuestiones. 

Retiro da Costiña es un restaurante gallego que mantiene su estrella Michelín en Santa Comba, A Coruña. Durante la pandemia Manuel Costiña dedicó su tiempo y sus fogones a crear un postre convertido hoy en referencia temporal. De octubre a enero unas cajas envuelven crujientes rocas cargadas de los matices procedentes de cuatro tipos de chocolate: negro, blanco, con leche y de sabor a caramelo. Un viaje irrepetible -se agotan en un suspiro- por el cacao, algunas de sus exóticas procedencias y la sabiduría de quien los trabaja. 

Del obrador de Lapaca, donde oficia un laureado profesor, Raúl Bernal, salen bombones, monas, y turrones que alegran la vida a Huesca. Y también, una bollería espectacular que incluye clásicos renovados (cruasanes y napolitanas), influencias de otras zonas y modernas creaciones. Los rellenos, merengue, crema de nata y por supuesto chocolate, hacen que la elección resulte entre difícil e imposible.
Más información: https://retirodacostina.com y https://www.bylapaca.com
Foto: Costiña Chocolat