Bodega Manuel Aragón, joyas que merecen un mayor reconocimiento

IGNACIO PÉREZ LORENZ

No son joyas a descubrir porque ya otros se dieron cuenta, mucho antes, de que en esta bodega de Chiclana de la Frontera había interesantísimos vinos de Jerez. Era así incluso antes de que esas  elaboraciones fueran consideradas parte completa de una denominación de origen que hasta tiempos nada lejanos dividió su territorio entre quienes tenían derechos por encima de los demás y entre quienes nunca los tuvieron.

De las soleras de Manuel Aragón salieron un palo cortado y un oloroso que impresionaron a Robert Parker (“una bella bestia que creará leyenda”, parece que dijo de ese último vino generoso) y a los que bendijo con algunas de sus más elevadas puntuaciones. Y un fino, Granero en Rama, creado con la ayuda del rocío que impregna las uvas y del viento que amplía su carácter salino, merecedor de los elogios de Josep “Pitu” Roca que se refirió a él como “el fino del mar”. 

Perderse (o quizá encontrarse) entre esa sucesión de andanas armado de catavinos y venencia permite apreciar el poder de finos muy viejos y la capacidad de seducción de un amontillado como El Neto. Y también, la solvente seriedad de un oloroso, Tío Alejandro, considerado desde hace meses el vino con mejor relación calidad-precio (8,90 euros y 97 puntos sobre 100) de España por el mayor buscador de bebidas, Wine Searcher. 

El final, glorioso, te devuelve al principio, a esas marcas de la llamada gama premium: Amontillado Muy Viejo Manuel Aragón y un palo cortado, un oloroso y un pedro ximénez que también llevan por nombre, además del tipo de vino, las palabras Muy Viejo Manuel Aragón. Botas seleccionadas en más de una ocasión por el Equipo Navazos y que fueron bendecidas por aquel abogado de Baltimore (Robert McDowell Parker, Jr.) distinguido por Francia con la legión de honor tras convertirse en el crítico más influyente del mundo.

Sobre su contenido -claros ejemplos de vinos de meditación- solo se puede añadir, al igual que de su fino en rama y de su oloroso algo menos viejo, que quien no los haya probado, que no tarde (entre 8 euros la botella más barata y 52  la de precio más elevado). Y que lo haga sabiendo que, probablemente, quedarán grabados para siempre en su memoria los recuerdos que transmiten esos armoniosos vinos nacidos en un precioso rincón del sur situado frente a las costas de Chiclana.