Los “Martes of Wine” se presentan en Madrid

IGNACIO PÉREZ LORENZ

Un nombre simpático para una nueva generación de elaboradores riojanos repartidos por localidades como San Vicente de la Sonsierra, Briones, Ábalos, Haro o Labastida. Un grupo de amigos que desde hace unos diez años se reúne un día a la semana, los martes, para catar vinos a ciegas y compartir experiencias. “A todos nos interesa especialmente la sostenibilidad y el respeto a la viña. Nos preocupa también lo que pueda necesitar cualquier compañero e intentamos luchar con nuestro trabajo contra la despoblación”-explica Vicky Fernández, de Vignerons de la Sonsierra, y única mujer del grupo-.

Sus vinos pegados a la viña, a las variedades y reflejando con pureza suelos y paisajes llamaron pronto la atención de la prensa nacional e internacional. El grupo alcanzó una notoriedad y una dimensión que, probablemente, ninguno de ellos esperaba. La presentación en Madrid -obligación y cita pendiente- no pudo dejar atrás penas y alegrías. Las recientes heladas, que se han ensañado con su zona, cubrieron con alguna sombra sus muchas luces. 

Entre ellas, una elaboración que llama la atención por su singularidad: Abaris Viura 2021. Un blanco intenso, fresco y mineral que pide todavía más tiempo en botella para seguir creciendo. Es la carta de presentación de Ricardo Fernández, de Bodegas Abeica. Le acompañaban Colección de Viñedos 2022, delicado y muy aromático, y dos admirables monovarietales Abeica Garnacha 2021 y Abeica Mazuelo de Larrumbe 2022. También una inusual combinación de variedades blancas y tintas casi a partes iguales, El Bardallo 2022, y la exhibición de fruta negra que deja a su paso un tinto con mucho empaque, Carronillo 2021, a base de tempranillo con garnacha y algo de viura.

Álvaro Loza busca conjugar en Contacto 2022 el alma de técnicas dedicadas a los dos principales colores del vino. Así surge un seductor blanco de maceración carbónica que ha permanecido quince días  en contacto con sus pieles y ha pasado un año en barrica. Otros miembros de la familia, un tinto suave y amable procedente de cuatro parcelas repartidas entre dos municipios, Haro-Labastida 2021, y un envidiable tempranillo algo más estructurado, Cien Reales 2021.

También Cupani (oficialmente Heredad de San Andrés) ofrecía con Rielo 2019 una llamativa viura de afilado perfil. Sus cuatro tintos parecen agruparse siguiendo la composición de los suelos. Pequeñas producciones, otra de las constantes de este colectivo, dan vida a Cupani 2020, tempranillo aromático, fresco y elegante, y a Sir Cupani 2021, todo un hallazgo. Equilibrio entre acidez y alcohol definen a un interesante y original Cupani Garnacha 2022. Baskunes 2020, un gran vino, resulta amplio, complejo y más especiado. 

Sorprendentes tintos de pueblos (Viñedos en San Vicente y Viñedos en Labastida) y vinos enormes (El Bardallo, La Canoca o Camino de Ribas), todos con la marca José Gil, dibujan el recorrido de Vignerons de la Sonsierra. Miguel Merino (La Quinta Cruz, La Loma, Vitola Reserva) y Carlos Sánchez (con tintos como Buradón o Montes Bellos) mantienen íntegro ese relato construído a base de una viticultura de orfebrería y una enología poco intervencionista. Una precisa pero inabarcable crónica que recoge la expresión de pequeños fragmentos del viñedo riojano como nadie o casi nadie había hecho antes.