I. P. L.
Seguirá en Rioja y los vinos que haga en esa tierra mantendrán la contraetiqueta de la denominación de origen. Es lo que deja claro en esta conversación con REVISTA DEL VINO el enólogo y bodeguero Telmo Rodríguez. Una pausa entre los miles de kilómetros que recorre durante estos días viendo viñedos permite aclarar cualquier malentendido sobre sus opiniones, recogidas durante una larga cata por un experto, y reproducidas por esta publicación.
Acaba de llegar de un viaje entre Londres y Burdeos donde ha estado preparando la salida de Yjar, el 12 de septiembre, en la plaza de Burdeos. Este año Yjar 2019 ha generado, nos cuenta, una gran expectativa en todos los mercados del gran vino “seguramente impulsado por los cien puntos de Jane Anson, los 99 de James Suckling y los también importantes 97 de Luis Gutiérrez”. Telmo Rodríguez confiesa que ha sido fundamental viajar a Londres para encontrarse con los mejores vendedores de vino fino del Reino Unido y hablarles de Rioja “con un nuevo idioma, el idioma del gran vino”.
Este reconocido enólogo considera un gran mensaje que Yjar “una viña de Remelluri en Labastida, en la Sonsierra, en Rioja, esté hoy por delante de vinos icónicos como Opus One o Masseto”. También es una gran noticia para Rioja, en su opinión, que una nueva generación de jóvenes con talento y ambición estén trabajando para revelar sus pueblos y sus mejores viñedos. “Esto contrasta quizás con el hecho de que una bodega histórica de Rioja esté pagando a sesenta céntimos el kilo de uva y que esté vendiendo sus vinos en las gasolineras, como el pan malo”.
Cómo nos vamos a ir de Rioja, se pregunta en voz alta, si llevamos treinta años trabajando y revelando viñedos de talento del siglo XV como Yjar y Las Beatas. “Cómo nos vamos a alejar si cada vez disfrutamos más -reflexiona- conociendo la historia de nuestros pueblos, como Labastida, que en 1680 contaba con 330 cosecheros y escondía bajo tierra 260 bodegas subterráneas. Cómo nos vamos a olvidar de Ramona Norberta de Albiz, una mujer que construyó una bodega bordelesa sesenta años antes que el Marqués de Riscal para elaborar vinos finos. No podemos abandonar toda esta historia y gente que lucharon también a contracorriente y que hoy nos demuestran que tenían razón”.
En relación a una frase, extraída de su largo diálogo durante una cata con James Suckling, piensa que es muy llamativa “pero no refleja nuestros sentimientos ni coincide con lo que pienso ni con el trabajo que estoy realizando”. Con él hablamos de muchas cosas, señala. “Lo que teníamos claro los dos es que un modelo de 400 millones de botellas clasificado en tres categorías crianza, reserva y gran reserva no corresponde hoy a una denominación de origen de prestigio. Quizás lo que más importe es que Suckling vio en nuestros vinos indicios de una Rioja verdaderamente excepcional”.
Al final de la conversación Telmo Rodríguez desvela que se está relacionando con técnicos del consejo y que habla de forma constructiva con el Grupo Rioja. “Nos toca trabajar y seguro que entre todos nos ayudaremos” afirma antes de reiterar que “no estamos para irnos de Rioja, estamos para ayudar a revelar el gran vino de Rioja”.
Foto: Carlos Spottorno