Aunque nunca estudió cocina, Leonor Espinosa lleva quince años al frente de la innovación gastronómica de Colombia. En su restaurante, Leo, situado en Bogotá, ha forjado una cocina única, cerebral y profunda que la diferencia de sus contemporáneos, al mismo tiempo que busca utilizar la gastronomía como herramienta de desarrollo socioeconómico.
En su juventud estudió economía y bellas artes y trabajó como ejecutiva de publicidad hasta los 35 años. Pronto se dio cuenta de que todo eso no satisfacía su espíritu creativo. Después de aprender a cocinar de manera autodidacta, Espinosa abrió el restaurante en 2007. Su estilo culinario, llamado “ciclo-bioma”, se basa en encontrar formas innovadoras de incorporar especies poco utilizadas en un nuevo tipo de cocina colombiana .
Un año después de abrir Leo, Espinosa unió fuerzas con su hija Laura Hernández-Espinosa para crear la organización sin fines de lucro Funleo. Las comunidades étnicas de Colombia habían preservado los secretos de los ingredientes indígenas y las técnicas ancestrales que le sirven de inspiración y la ong fue la respuesta a su deseo de apoyarlos. Un fuerte sentido de responsabilidad social y una actitud humilde la han convertido en una admirada referencia. Ahora The World’s 50 Best Restaurants la ha proclamado mejor cocinera del mundo.