Entre sus mayores virtudes, la intensidad de los aromas a frutos rojos (frambuesas) matizados por recuerdos a violetas y otras notas florales. Y también, la finura de una espuma que estalla con fuerza en la boca. A partir de allí, el trago suave, elegante, largo, cremoso, muy alegre y enormemente agradable conduce hacia un final marcado por tonos dulces entre los que se puede adivinar la presencia de tenues amargos y una notable acidez.
Es el diseño perfecto para un cava equilibrado que puede recorrer el mundo compitiendo con cualquier otro espumoso. Un rosado fresco, ligero y con suficiente color pero sin excesos señalado por el guiño sugerente de una cierta voluptuosidad que invita a repetir y a compartir. Es posible que además incite a explorar otras opciones de la misma bodega, Vilarnau, a la búsqueda de versiones con mayor o menor dosage que satisfagan otros gustos.
Su camino hacia la gloria comenzó al obtener una de las cinco mejores puntuaciones en la última edición del Concurso Internacional de Vinos Bacchus. Condición que el BOE cita como imprescindible para ser candidato al Premio Alimentos de España. El siguiente paso de este cava orgánico fue ganar, ex aequo, esa convocatoria junto con un gran reserva riojano (Campillo 57) de la añada 2013. Era la forma de dejar claro que había nacido para destacar.
Bodega: Vilarnau
Web: https://www.vilarnau.es
D. O.: Cava
Variedades: garnacha y pinot noir
Alcohol: 12,5 %
PVP: 14 euros