Todo el buen vino está llorando también

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I. P. L. 

La describen como alguien amable y sensible que amaba el vino y su trabajo. Aprendió inglés en un increíblemente corto periodo de tiempo y alcanzó el nivel 3 WSET (Wine & Spirit Education Trust). Wika quería además ser la primera mujer que lograra en Ucrania el título de master of wine. Le gustaban los vinos serios, fuertes, clásicos y con buen potencial (los que eran como ella aseguran quienes la conocían bien). Trabajaba como sumiller en la tienda de una empresa dedicada a importar a Ucrania los vinos de La Rioja Alta S.A. 

Su esperanzadora lucha por la vida se fundió a negro en unos segundos. Ocurrió hace un par de días. Ella y su marido fueron encontrados abrazados y sin vida bajo los escombros de la casa gopeada por un dron. Estaba embarazada de seis meses. Ha sido uno de los más execrables crímenes de esa guerra y el más próximo para quienes compartíamos con Wika la pasión por el vino. Saber que hemos abierto las mismas botellas nos acerca a su figura y nos hace pensar que era uno de los nuestros. Y también que ya no esperará, como el resto, una próxima añada o una novedad… 

Tampoco habrá quien guarde una elaboración especial de la que podía haber sido la mejor cosecha de su vida para compartirla con ese niño o esa niña cuando fuera adulto. Trabajaba en Goodwine. Su responsable asegura que allí todos están llorando. Es posible que en otros muchos lugares todo el buen vino esté llorando también.
Más información: https://cnnespanol.cnn.com
Fotos: Wika/Instalaciones en Kiev del importador de La Rioja Alta S.A. arrasadas en marzo por un misil ruso