IGNACIO PÉREZ LORENZ
Es quizás otra forma de entender la Ribera del Duero. Una zona que encontró en las parcelas más altas, y por tanto más frías, un espacio para plantar merlot. Variedad bordelesa que allí se ha utilizado para aportar amabilidad a los vinos elaborados con cepas más jóvenes. Son muchos los crianzas o los llamados tintos roble (con unos meses en barrica) que se han beneficiado de la combinación mayoritaria de tempranillo con un pequeño porcentaje de ese vidueño.
El paso del tiempo ha terminado por otorgar una nueva vida a esos majuelos. Al igual que la altura elegida para plantarlos y la pasión que provocan los vinos parcelarios. La respuesta de una veterana bodega, Balbás, a la interacción de esos factores ha sido embotellar por separado (entre otros) el fruto de una de sus fincas, La Malata. Un lugar que se eleva hasta los 940 metros, cerca ya del límite marcado para la viticultura en esa denominación de origen.
Ritus 2019 combina tempranillo y no poco merlot para crear un tinto que se descubre marcado por aromas procedentes de su larga estancia en madera pero con una intensa carga de fruta mayoritariamente roja. Un juego de supuestas o reales contradicciones que repite al mostrar finura y astringencia o sobrada madurez y suficiente frescor. Amplían su complejidad recuerdos a tostados, café, regaliz y cacao. El preludio de un vino estructurado, profundo y también diferente que señala la existencia de un viñedo a tener en cuenta.
Bodega: Balbás
Web: https://www.balbas.es
DO: Ribera del Duero
Variedades: tempranillo (75 %) y merlot (25 %)
Alcohol: 15 %
PVP: 33,50 euros