Robo en Atrio: siempre nos quedará el relato

I. P. L. 

“Visto para sentencia”. Tres palabras que dejarán casi definitivamente atrás la posibilidad de recuperar una botella que ha sobrevivido durante más de dos siglos a las convulsiones que han sacudido al mundo. Los presuntos autores del robo rechazaron la posibilidad de alcanzar un acuerdo que incluyera la devolución de las 45 botellas sustraídas del restaurante Atrio. “No se puede devolver lo que no se tiene” fue la respuesta de Sylvia Córdoba, abogada de los acusados, a las declaraciones de José Polo, copropietario y sumiller, mostrando su disposición a negociar el retorno de la irreparable pérdida. 

Son, si todavía existen, 38 botellas del Domaine de la Romanée-Conti y siete de Château d’Yquem. Una de ellas, elaborada en esa bodega de Sauternes en 1806, continuará siendo la protagonista de la más bella historia de amor. La escribió su fractura y el viaje que recipiente y propietarios realizaron desde Cáceres hasta cerca de Burdeos. El vino regresaba a su lugar de origen para ser alojado en otra botella. Unos pequeños cristales y un certificado firmado por la entonces enóloga de la casa, Sandrine Garbay, dan fe del trasvase realizado. Y rubrican este relato, sórdido en algunos momentos, emotivo y genial en otros, que quedará para siempre.
Foto: Hotel Atrio