IGNACIO PÉREZ LORENZ
Ha sido un privilegio realizar el viaje desde el interior de unas copas a una bodega, Numanthia, y a una zona, la DO Toro. Terroir Tasting, definida con acierto como el relato más íntimo, consistía en deshacer algunos de los pasos seguidos para crear Numanthia 2016. Catar, además de ese vino, muestras de barrica de varios de los pagos que le dan vida y escuchar la descripción de sus características.
Al frente de la travesía, Jesús Jiménez, enólogo de la casa con experiencia en esa difícil tierra que solo entrega la recóndita distinción que atesora a quienes se la piden adecuadamente. Uvas no muy concentradas, extracciones prudentes, contenida crianza en madera, algunas barricas de mayor tamaño que las bordelesas, menos madera nueva y suficiente reposo en botella suelen ser las recomendaciones. Y parece que desde la llegada de este técnico a Valdefinjas (Zamora) se han seguido todas ellas.
Numanthia 2016, que se beneficia de algunas de estas medidas, sale al mercado con casi cuatro años de botella que le permiten mostrar complejidad además de fuerza, intensidad y carácter. Surge marcado por los recuerdos a piel de uva acompañados de apuntes a frutas rojas y negras, regaliz, tostados y sugerentes notas a cacao y especias. Un tinto potente, fresco y maduro que expresa bien su pertenencia a una tierra y con todavía mucho camino por recorrer.
Los pagos representados en la cata, La Jara, La Manga y Argujillo, ayudaron a comprender que Toro hay más de uno y a comprobar el frescor, equilibrio y capacidad de seducción de Argujillo. Era uno de los tres tintos de 2020 (ya no hay vinos de 2016 separados por procedencias) que desnudaron a la bodega permitiendo ver cómo ha evolucionado en los últimos años. Y confirmar -aunque su misión fuera otra- que la tan perseguida elegancia estaba allí, en todos ellos, enviando un mensaje capaz de levantar pasiones.
Bodega: Numanthia
Web: https://www.lvmh.com
DO: Toro
Variedad: tinta de toro
Alcohol: 15 %
PVP: 44,90 euros