Han sido necesarios 150 años para llegar hasta aquí y para conseguir, acercándose al futuro y revisando el pasado, actualizar méritos. La adaptación constante a un entorno y a un mercado hasta situarse en una posición privilegiada. Esa que hoy sostienen su pasión por recuperar variedades, su liderazgo en el respeto a la naturaleza y la evolución de unas elaboraciones instaladas en el frescor y pegadas al reflejo de una tierra, un clima y un paisaje.
Así son las nuevas añadas de sus cinco más destacadas obras, la colección Antología Miguel Torres, presentada por primera vez en el recientemente clausurado Salón Gourmets. Vinos diferenciados por su procedencia que tienen en común madurez sin excesos, extracción prudente y una discreta impronta de su paso por madera. La forma más sincera de apreciar la aportación del terroir en cada una de ellos.
El estilo bordelés, convertido hace unas cuantas décadas en internacional, se reinterpreta con cepas viejas en la D. O. Penedès. Mas La Plana 2018 combina carácter balsámico y fruta roja con amplitud contenida, redondez y armónicas notas de su crianza en barricas y fudres. Un muy interesante cabernet mediterráneo con claras diferencias al que aparece en el coupage de Reserva Real 2018. El suelo pizarroso de la finca Les Arnes y la presencia minoritaria de cabernet franc y merlot construyen para este tinto una expresión estilizada, atractiva y con carácter.
Lejos de allí, en el Priorat, Más de la Rosa 2019 cuenta con estructura y equilibrio para lograr con su honestidad habitual ofrecer un tinto sugerente, profundo y mineral. Algo más al norte, en la D. O. Conca de Barberà las temperaturas templadas y las generosas cantidades de lluvia impusieron en 2018 su ley. Ese tiempo menos caluroso, las variedades mediterráneas (garnacha, cariñena y monastrell), el influjo de la querol y los aromas de la también recuperada garró han hecho posible que Grans Muralles obtenga un resultado memorable y una marcada acidez.
En esa denominación de origen, el único blanco de la colección, Milmanda, consigue en 2019 parecer un chardonnay mucho más septentrional. Flores y frutas blancas, recuerdos a hinojo y notas cítricas se integran en este vino largo, elegante, intenso y ligeramente cremoso. Su conocida capacidad para crecer en botella, reforzada por un envidiable frescor, le permite mostrarse como la más llamativa de las cinco invitaciones al reencuentro.
Fotos: Grupo Gourmets