La vainilla y el melocotón son los aromas que resultan más agradables en todo el mundo y las personas comparten preferencias sobre los olores independientemente de su origen. Esas son las principales conclusiones de un estudio publicado por la revista Current Biology y realizado por el Instituto Karolinska (Suecia) y la Universidad de Oxford (Reino Unido). Los científicos encontraron que ciertos aromas gustaban más que otros, independientemente de la procedencia de los participantes.
“Las culturas de todo el mundo clasifican los diferentes olores de manera similar sin importar de dónde provengan. Las preferencias de olor tienen un componente personal pero no cultural”, señala Artin Arshamian del Departamento de Neurociencia Clínica del Instituto Karolinska. Los olores que se les pidió a los participantes que clasificaran incluían vainilla, que olía mejor, seguida de butirato de etilo, que huele a melocotón. El olor que la mayoría de los participantes consideró menos agradable fue el del ácido isovalérico que se puede encontrar en muchos alimentos como el queso, la leche de soja y el zumo de manzana pero también en el sudor de los pies.
Los resultados de esta investigación podrían tener un reflejo en el mundo del vino. El aroma a melocotón (y otras frutas de parecido sabor) se puede encontrar en vinos blancos de añadas cálidas o elaborados con uvas maduras y en algunos rosados. Los recuerdos a vainilla se encuentran con mucha frecuencia en blancos fermentados en barrica y en tintos de larga crianza especialmente si las barricas son de madera americana. En los grandes reservas de Rioja las notas a vainilla aparecen con mucha frecuencia.
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Foto: Michael C (Unsplash)