Parece traer influjos de otras tierras. Tal vez de Borgoña, como la forma de la botella, o del valle del Loira. Dos zonas de afamados blancos que también producen las arenas y gravas con que se prepara el hormigón de unos enormes huevos. Los recipientes donde este Alta Alella Cau d’en Genís 2019 fermenta y se cría durante seis meses. Y quién sabe si hasta allí viaja también la renovada inspiración que se proyecta sobre un suelo, un clima y unas variedades típicamente mediterráneas.
Sauló, pansa blanca y viñedos viejos que miran hacia la orilla del mar. O dicho de otra forma, suelos arenosos y poco fértiles que reflejan la luz, la nobleza de una variedad también conocida como xarel·lo, y la influencia de una brisa que transporta aires salinos hasta una viña singular llamada El Beco. Los frutos seleccionados de una sola de los vidueños allí plantados, y cultivados de manera ecológica, dan vida a este vino que exhibe como bandera el respeto a su entorno.
Lo consigue gracias a esos huevos que, a diferencia de otros materiales, no dejan marcada una huella sobre el vino y le ayudan a mantener frescor y pureza. Es el contacto con sus lías, en constante movimiento obedeciendo a extraños principios físicos, el que le permite preservar un sabor intenso, floral y cítrico acompañado de cierto carácter metálico y un final casi interminable. Un canto luminoso, alegre y armónico a la expresión de un lugar.
Bodega: Alta Alella Mirgin
Web: https://altaalella.wine/es
D. O.: Alella
Variedad: pansa blanca
Alcohol: 13 %
PVP: 15 euros