Es lo mejor (aunque no el mejor vino) que ha hecho en mucho tiempo Dominio de Tares. Una bodega instalada desde hace 20 años en la DO Bierzo que ha jalonado su trayectoria con grandes tintos y algún impresionante blanco. En esta ocasión su mérito se basa en haber fijado la mirada en el pasado. Y en ofrecer al consumidor un retorno a ese paraíso de sabores perdidos que algunos han podido conocer y del que otros, por falta de edad, solo han oído hablar.
En su capacidad de calmar tanta añoranza se encuentra la clave que llevará al éxito a este tinto con alma de clarete o este clarete subido de color, a la vieja usanza, con alma de tinto. Una elaboración que, en cada trago, recuerda al Bierzo, a sus variedades -como una reconocible mencía- y a sus tradiciones enológicas. Entre otras, un coupage, de acuerdo con el vocabulario importado y más reciente, que viene ya establecido del campo con mezcla de uvas tintas y blancas.
Esa extendida demostración de sabiduría popular lograba, además de algunas ventajas para los viticultores, vinos aromáticos, muy agradables, nada pesados y con menos alcohol. También contaban con una aportación discreta de la madera, que servía más de recipiente que como instrumento de crianza, y más elevada acidez. Dos características que les permitían alargar su existencia.
Y así se presenta, en su primera visita, la añada 2019 de El Paisano de Tares. Un tinto (o lo que sea) alegre, divertido, fresco y sabroso que evoca a El Bierzo, sus viñedos, sus gentes y su cultura. A todos aquellos que encontraron en ese tipo de vino una forma de compartir, disfrutar, beber y, sobre todo, vivir. Exactamente lo mismo que ahora propone esta botella.
Bodega: Dominio de Tares
Web: https://www.dominiodetares.com
DO: Bierzo
Variedades: mencía, garnacha tintorera, palomino fino, doña blanca y godello
Alcohol: 13 %
PVP: 7,90 euros