Vuelve un Gourmets cargado de novedades

Nada, para ejercer de termómetro de la crisis, como el vino y la gastronomía. Los clubes, las ferias y los salones miden -como pocos otros instrumentos-  la situación y el futuro económico de un país. Y el Salón Gourmets (últimamente ya sin de) refleja que estamos mejor que queremos y que ni tan siquiera la niebla que por el brexit se cierne sobre el canal, léase el canal de La Mancha, consigue que cunda el pánico a pesar de que pueda dejar aislado para siempre al continente.

El mismo número de pabellones pero más grandes. Y por tanto más metros, más expositores y más visitantes (también más visitantes extranjeros). Un 40% de espacio dedicado al vino con la presencia, casi inexcusable, de toda bodega que se precie y de toda denominación de origen que quiera ocupar un lugar bajo el sol. Novedades, que comenzaron el año pasado, como las grandes catas, que en esta ocasión se dedican a Marimar Estate, Vega Sicilia y Osborne. Al mismo tiempo, clásicos como el Túnel del Vino o LMG (Los Mejores de la Guía), un espacio privilegiado para aquellas marcas que han obtenido más de noventa puntos en la guía de la casa.

Más novedades, en forma de Campeonato de Arte Cisoria, el arte de trinchar la caza tal y como prolija y didácticamente lo describió, allá por el siglo XV, Enrique Villena. También Las Edades de la Carne, una reflexión sobre los tiempos de maduración, la edad y la raza de la carne y una degustación para el público, se supone que en compensación por los jugos gástricos segregados. Una nueva edición del Gourmets, como se le conoce, con todo esto y mucho más, abre durante cuatro días sus puertas.