IGNACIO PÉREZ LORENZ
Un crianza de Ribera del Duero era algo muy serio en aquellos años. En poco tiempo esos tintos con carácter, concentrados y sabrosos habían logrado un nivel que sorprendía a profesionales y aficionados. Y aunque las bodegas que existían en la zona hace más de tres décadas se empeñaban en destacar de otra manera (con reservas y grandes reservas) esas elaboraciones se convertían con frecuencia en la enseña de la casa. No hacía falta más, en opinión de muchos de sus seguidores.
Ahora, revisados y actualizados bajo la luz y la exigencia de estos tiempos, el reencuentro con una sobresalliente botella que luzca esa contraetiqueta es siempre alegre. A favor de Áster Crianza 2020 juega una añada que vuelve a ofrecer, al igual que la anterior, la posibilidad de crear vinos excepcionales. También cuenta en su haber con la altitud del viñedo, la zona elegida y la edad de las cepas. Elementos que, convenientemente alineados, pueden incorporar a un tinto el casi inaprensible espíritu ribereño que magnifica a los mejores ejemplos de la denominación de origen.
Elegancia, frescor y marcada presencia de fruta, mayoritariamente negra, son algunas de sus mayores virtudes. Sorprende además por su profundidad y por la compleja suma de aromas a regaliz, cacao, especias (anís) y algunos apuntes que recuerdan al café y levemente a la brea. Un vino intenso y persistente que se despide reiterando esas sensaciones frescas que exhibe en cada momento de la cata y al que resulta innecesario desearle larga vida. Es él quien la regala y quien anuncia que está preparado para alzar el vuelo.
Bodega: Áster
Web: https://www.riojalta.com
DO: Ribera del Duero
Variedad: tinta del país
Alcohol: 14,5 %
PVP: 18,40 euros