La presencia del creador de Pingus y de sus vinos en la Wine Experience 2022 ha llevado a esa publicación a recoger algunas reflexiones de Peter Sisseck. El enólogo danés, que en su proyecto de la Ribera del Duero cuenta con cepas muy viejas de tempranillo, explica en esa entrevista que mantienen el viñedo lo más exuberante posible para protegerlo del sol. “En el pueblo se ríen de nosotros. No entienden por qué estamos siempre trabajando durante todo el año ”.
En su conversación con la revista estadounidense, Sisseck se refiere al cambio climático. “Las temperaturas más elevadas de 2009 y 2010 nos hicieron llegar a la conclusión de que debíamos trabajar con mayores rendimientos. Si fueran más bajos, como en los viejos tiempos, los vinos serían excesivamente concentrados. Solía ser el último en vendimiar y ahora, probablemente, sea el primero”.
El propietario de Dominio de Pingus ha reducido además el peso de la madera en sus elaboraciones. “Aprendí de la cosecha 2005 que los años con niveles de alcohol más altos extraen más tanino del roble por lo que dejamos de usar roble nuevo”. Sisseck opina además que sus mejores cosechas están por llegar y que, a pesar del calor y la sequía, en la de 2022 ha encontrado una calidad que califica de “histórica” y unos vinos que considera “deslumbrantes”.
Foto: Peter Sisseck con Carlos del Río en Bodega San Francisco Javier (Jerez)
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