Vuelve el sábado, con las entradas agotadas, La Cata del Barrio de La Estación

Para participar en una gran experiencia enoturística hay dos posibilidades: viajar a una de las grandes capitales de Estados Unidos (Nueva York, Washington, Las Vegas…) o a una localidad de doce mil habitantes: Haro (La Rioja).  Una ciudad dentro de otra ciudad, aunque oficialmente se llame barrio, que cuenta de manera permanente su historia, la historia del vino y la del ferrocarril. 

El barrio de La Estación atraerá ese día a viajeros llegados de todo el mundo al igual que atrajo bodegas a partir de 1863. Ese año se inauguró una estación que sigue en pie y que permitió a firmas que hoy son más que centenarias -casi todas- acceder a nuevos mercados. Y consolidar una posición que permite decir, sin exagerar, que algunos de los mejores vinos del mundo se producen allí. 

Han pasado unas cuantas semanas desde que se agotaron las entradas con descuento y, poco después, el resto. La Cata del Barrio de la Estación 2022 abrirá sus puertas el día 18 de junio para quienes ya las tengan -como si el anunciado fuera José Tomás- en su bolsillo. Doce evocadores marcas (Montes Obarenes, Viña Arana, Roda, Prado Enea…) esperan a los catadores acompañadas de una especialísima demostración culinaria que incluye seis tapas y un postre. 

También están programadas una actuación musical y una exposición artística además de trasiegas de tintos y degüelle de espumosos. Y como aperitivo, la tarde del 17, una cata tan personal como solo pueden ser las de Pitu Roca, sumiller y copropietario de El Celler de Can Roca, en la que quizá sea posible conseguir una plaza. Para vivir durante diez horas en la más auténtica ciudad del vino que existe, el mejor consejo es ser el primero en pasar por taquilla el año que viene.