Seis blancos emergentes de variedades tradicionales en tierra de grandes tintos, según Forbes

La posibilidad relativamente reciente de elaborar blancos acogidos a la D. O. Ribera del Duero es considerada por Forbes como “un momento emocionante”. Vinos que nacen de un vidueño llamado albillo mayor “al que no hay que confundir con otros albillos -advierte la la revista estadounidense- porque son variedades diferentes”. También cita a los que fueron famosos claretes de la zona, ahora convenientemente actualizados, que combinan variedades tintas con albillo.

Otra de las posibilidades es utilizar, fuera del amparo de esa denominación de origen o más allá de sus límites, la cayetana blanca, también conocida como jaén, y la verdejo (por firmas  ribereñas que cuentan con bodega en la D. O. Rueda). Esas botellas aparecen con la contraetiqueta de vino de mesa o acogidas a la Indicación Geográfica Protegida Vino de la Tierra de Castilla y León. 

En todos los casos se trata de cepas centenarias o más que centenarias que permiten crear blancos emergentes en tierra de grandes tintos como dice Cathrine Todd. La enviada a recorrer la zona por Forbes, publicación dedicada al mundo de los negocios y las finanzas, ha seleccionado estos seis:  

  • 2019 Comenge, Albillo, Ribera del Duero DO
  • 2020 Carmen by Comenge, Rosé, Ribera del Duero DO
  • 2020 Valduero, Blanco Albillo, Ribera del Duero DO
  • 2018 Bodegas Viña Sastre Flavus Vino de Mesa (cayetana blanca)
  • 2018 Ossian Quintaluna Vino de la Tierra de Castilla y León (verdejo) 
  • 2018 Ossian Capitel Vino de la Tierra de Castilla y León (verdejo)

Más información: https://www.forbes.com

Foto: Bodegas Ossian (Alma de Carraovejas)