Tras alcanzar sus máximos históricos en 2017, las importaciones chinas de vino enlazaron tres años críticos (2018-2020). La caída se ha suavizado en 2021 con una mínima reducción de un 1,4 % del volumen de vino importado. Esos doce meses estuvieron marcados por la desaparición casi total de las compras de vino australiano (91 % menos) a raíz de la entrada en vigor, en noviembre de 2020, de una subida de sus aranceles de hasta el 200 %.
La mayoría de los principales proveedores se ha beneficiado de la crisis australiana y se van recuperando a buen ritmo de unos años, en general, desastrosos. Chile se hace fuerte como primer proveedor y España vuelve al podio seis años después. Argentina cayó en 2021 pero tras un 2020 espectacular, según los datos analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino.
Foto: Wu Yi (Unsplash)