La Raya 2018, un camino a seguir

Tiene una de las mayores virtudes que puede esperarse de un vino: es diferente. Y además, muy agradable, enormemente frutal, ligeramente floral, claramente especiado y muy fresco. Toda una declaración de intenciones que se completa con la presencia tenue de madera francesa, utilizada en formatos grandes, para que le sirva de apoyo sin llegar a enmascararlo. 

Una bendición, por tanto, que toma nombre y espíritu de la raya que une o separa (nunca se sabe) a España y Portugal. Y que se elabora en una bodega que comparte, a este lado, una de las  variedades más cultivadas en ese otro país. La trincadeira o trincadeira preta, vidueño de nombre sonoro conocido también como tinta amarela, se lanza a conquistar, o tal vez a recuperar, Extremadura tras dar vida a los vinos del Alentejo y participar en la grandeza del oporto. 

La fruta madura (cereza, mora y guindas) de La Raya 2018 juega con una sucesión de especias (pimienta negra, clavo y anís) y los recuerdos a bosque, setas y trufas. Compleja expresión aromática que se disfruta envuelta en destacada acidez y matizada por sutiles tostados. Su final, largo y elegante, aparece salpicado por tenues apuntes minerales y el contrapunto de notas dulces y amargas. Agraciado, interesante y sorprendente tinto extremeño que muestra un camino a seguir. 

Bodega: Palacio Quemado
Web: https://www.alvear.es/palacio-quemado
Zona: Vino de la Tierra de Extremadura (Grandes Pagos de España)
Variedades: trincadeira, alicante bouschet y syrah
Alcohol: 14,5 %
PVP: 20 euros