Difícil no asociar, una y otra vez, Finca Villacreces a los continuos éxitos que tuvo una de sus marcas, Pruno, gracias a su excelente relación calidad-precio. Y preguntarse además qué otros vinos hay, y cómo son, en esa bodega situada en uno de los más cotizados rincones de la Ribera del Duero.
Las respuestas pasan por apreciar el esfuerzo realizado para preservar el medio ambiente y mejorar ese viñedo cultivado de manera ecológica desde hace más de cinco años. El tiempo necesario para permitir que las primeras botellas en lucir el sello que las distingue como ecológicas lleguen ahora al mercado.
Entre ellas, este Finca Villacreces 2018 marcado claramente por la presencia no escasa de un cabernet maduro, privilegio reservado en esa denominación de origen a unos pocos términos municipales. La potencia que aporta la variedad se combina con la elegancia y la finura aromática de un mayoritario tempranillo y de un pequeño porcentaje de merlot que se supone ayudará a hacerlo más amable.
Catorce meses de crianza en barricas nuevas de roble francés han contribuido a domar la entereza de un tinto que sigue siendo estructurado, poderoso, frutal y muy fresco. Su expresión, más atlántica que mediterránea, surge revestida de profunda capa y sugerentes matices a regaliz, cacao y café que invitan a disfrutar de él ahora o en el futuro. El éxito, no pequeño, de haber creado un vino de guarda.
Bodega: Finca Villacreces
Web: https://www.villacreces.com
D. O.: Ribera del Duero
Variedades: tempranillo (86 %), cabernet sauvignon (10 %) y merlot (4 %)
Alcohol: 14 %
PVP: 24 euros
