Viña Ardanza 2015, una presencia envidiable

Ha protagonizado varios paseos triunfales. El primero, recorriendo de manera cómoda y sin apenas dificultades un ciclo vegetativo lleno de bendiciones. Le siguió la enorme ventaja de estrenar para la marca un proceso de selección óptica destinado a desechar cualquier uva que no alcanzara los parámetros establecidos (integridad, madurez, peso, volumen…). De esa forma se llega a un vino con profunda capa, no poca intensidad y hasta cierta opulencia. 

Su larga y respetuosa crianza establece un equilibrio entre las abundantes notas especiadas procedentes de la madera americana y los llamativos tonos a regaliz y a frutas rojas maduras. Surgen también apuntes a granos de café tostado y recuerdos a pastelería acompañados de un destacado frescor balsámico. El complemento necesario para elaborar un tinto que muestre el inconfundible estilo de la casa. 

Este Viña Ardanza 2015, tan complejo en matices como fácil de apreciar, ofrece ya en contraposición a su fuerza el guiño obligado de la suavidad, la sutileza y la capacidad de seducción. Una llamada de atención sobre su pertenencia a dos mundos no excluyentes gracias a una cosecha excepcional Algo que le permitirá disfrutar, durante la larga vida que tiene por delante, de una posición y una presencia envidiables. 

Bodegas: La Rioja Alta, S.A.
Web: https://www.riojalta.com
D.O.C.: Rioja
Variedades: tempranillo (78%) y garnacha (22 %)
Alcohol: 14,5 %
PVP: 23 euros