Dominio de Calogía, una bodega y un vino esperados

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Los que llevan la cuenta aseguran que son más de treinta las vendimias que ha sufrido (como todo enólogo) en la Ribera del Duero. Un recorrido que le ha permitido dejar firmados alguno de los más grandes vinos de la denominación. Finura, elegancia, en muchas ocasiones poder, el reflejo de una tierra (Pedrosa de Duero), las largas crianzas y el respeto a la uva, a la cepa y a la viña fueron sus armas. 

Ahora José Manuel Pérez Ovejas ha dado la vuelta a unas cartas de las que poco se sabía para mostrar su nueva vida y su nuevo proyecto. La experiencia y el saber hacer aplicados a la búsqueda de la grandeza y sin apenas limitaciones. Tan solo aquellas que imponen el clima, el tiempo, las heladas, el granizo y otras desgracias que constituyen el tributo a pagar por las zonas privilegiadas. 

De momento la suerte, ese complemento imprescindible, le acompaña. Y 2019 es una cosecha excepcional que transcurrió en silencio -ausencia de ruido y nada que reseñar- al igual que este proyecto. Un pueblo próximo, Roa, y un pago discreto, Calogía, dan nombre, en más de un idioma, y acogen a la nueva causa y al nuevo vino: Dominio de Calogía by José Manuel Pérez Ovejas. 

Parte de aquellas viñas que le acompañaron durante décadas se supone que están ahora en el interior de esa botella. Y también el alma de quienes las cuidaron y la pasión de quien les dio forma. El uno de septiembre llegarán al mercado 25.923 botellas de 75 cl y 1.267 magnums. La cuenta atrás, la última y la más breve de todas, ha comenzado.
I. P. L.