Un tinto que pese a su juventud vive marcado por una historia. La de haber merecido en varias ocasiones la consideración o los premios que le señalaban como poseedor de la mejor relación calidad-precio de la Ribera del Duero, de España o del mundo. Títulos que hablan, sobre todo, de su estilo y de su cuna.
Nace en esa parte de la Ribera del Duero vallisoletana donde la cabernet sauvignon madura bien. Una variedad que aporta al tempranillo carácter, fuerza y profundidad. Y que obliga a un diseño necesariamente ambicioso que en aquella zona da vida a algunos de los más destacados ejemplos.
La marca, calificada como orgánica a partir del 2019, tiene el enorme mérito de abrir a nuevas generaciones de aficionados la puerta de ese mundo. Y permitirles apreciar la sucesión de notas a fruta roja y regaliz que conducen a un final señalado por tonos especiados (anís) y recuerdos a torrefactos envueltos en madurez y frescor.
La impronta de su estancia durante doce meses en barricas francesas pide algo más de botella al llegarle el momento de formar parte de “Los Secretos de Villacreces”. Es la serie limitada de botellas magnum, enfundadas en una llamativa lata, que cada año se adelanta al resto de la cosecha para revelar algunos aspectos de la finca. Un proyecto dedicado hasta ahora al hombre, la flora o la fauna y que con esta añada rinde homenaje al Duero.
Bodega: Finca Villacreces
Web: http://www.villacreces.com
DO: Ribera del Duero
Variedades: tempranillo (90 %), cabernet sauvignon (10 %)
Alcohol: 14 %
PVP: 11,25 euros / 27,80 euros (magnum)
