Cariñena: los suelos prefieren las variedades tradicionales 

La variedad macabeo “funciona muy bien y en algunos terroirs está dando vinos muy aromáticos, incluso cítricos”. La garnacha se muestra «muy adaptada a todos los tipos de terreno, aunque en cada uno produce vinos con perfiles diferentes» mientras que la cariñena destaca porque «en terrenos de cascajo y de pizarras tiene un comportamiento muy interesante, con vinos muy equilibrados pero diferentes».

Son algunas de las primeras conclusiones de Laurent Duret, ingeniero agrónomo, enólogo y responsable de un análisis de los suelos y viñas de los Vinos de las Piedras, la DO Cariñena, que se llevará a cabo durante cinco años. Concluir que las variedades tradicionales dan los mejores resultados “no es una sorpresa”, afirma Duret, que califica los resultados ya obtenidos de “muy interesantes” porque inciden en la personalidad y singularidad de los vinos de la denominación. Tener un producto original es un resultado “muy importante”, concluye.

Como parte del estudio se sigue cada año en cien parcelas el ciclo vegetativo de la vid y se realizan microvinificaciones para caracterizar al máximo cada terroir. Los resultados de estas elaboraciones experimentales y del análisis de las parcelas -a partir de seis grandes tipos de suelo- permiten hacer recomendaciones a las bodegas para mejorar la calidad y el valor de sus productos.