Consumir una cantidad baja o moderada de alcohol (una o dos copas de vino al día) puede reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad renal crónica. Esa es la conclusión de un amplio estudio realizado por la Johns Hopkins University de Baltimore (EE. UU.) publicado por el Journal of Renal Nutrition.
Los investigadores utilizaron los análisis de más de 12.000 personas de entre 45 y 64 años. La comparación entre aquellos que nunca había consumido alcohol con quienes ingerían 1 o 2 bebidas a la semana, entre 2 y 7, entre 8 y 14, o al menos 15, arrojó una menor probabilidad a favor de los consumidores moderados de padecer enfermedades renales. La disminución del riesgo era respectivamente del 12%, 20%, 29% y 23%.
Estudios previos habían demostrado que el consumo de una copa al día las mujeres y dos los hombres estaba asociado a una disminución del riesgo de padecer enfermedades coronarias.
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