Primer maridaje basado en el ADN

González Byass ha liderado una iniciativa única donde, por primera vez en la historia, se ha aplicado la interpretación de estudios genéticos en la alta gastronomía. El resultado se ha materializado en un menú y maridaje personalizado, asociado a los gustos y aspectos nutricionales de cada comensal. Se trata de una simbiosis entre ciencia, vino y gastronomía.

El chef Mauro Colagreco, el médico genetista argentino Dr. Jorge Dotto y González Byass, han plasmado los resultados de las pruebas del “ADN del gusto” en la alta gastronomía. De esta forma, tanto los ingredientes como los vinos han respondido a las preferencias de gusto, aroma y otros indicadores de salud, extraídos de los datos de los test genéticos realizados por el laboratorio The Gen Company, pionero en “medicina de precisión”.

Las preferencias en el gusto varían según la persona y en función de distintos factores, tales como el entorno (salud, dieta e influencias culturales), los hábitos, la capacidad de aprendizaje y los genes, como responsables de la percepción de los distintos sabores.

El ser humano cuenta con receptores gustativos en la nariz y lengua, especializados en cada sabor (dulce, salado, ácido, amargo y umami) que envían una señal al cerebro que, unida a los factores externos, dan lugar a que algo guste o no. Más de 35 receptores influyen en la percepción del gusto y más de 400 en la detección de aromas, a partir de ciertas “instrucciones” codificadas en el ADN, permitiendo percibir una amplia variedad de sabores.

Analizando un panel diseñado por el Dr. Dotto, que contiene genes asociados a aspectos nutricionales, gustos y sabores, se han obtenido los perfiles individualizados de cada comensal, con información sobre su predisposición genética a percibir los gustos, inclusive el umami, así como otros indicadores como intolerancias, la respuesta a las grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas o el riesgo genético de tener deficiencias de determinadas vitaminas, entre otros.

A partir de la interpretación de estos perfiles, el chef Mauro Colagreco ha diseñado un menú para cada tipo genética, priorizando los gustos más afines a cada uno en función de lo que indica su ADN, así como valores relacionados con la nutrición.

González Byass ha añadido un toque aún más personal y único a esta experiencia. El maridaje, único para cada comensal, se ha basado en los sabores y aromas preferidos según el informe de ADN.