Lavinia On Trade, la orfebrería del vino 

I. P. L. 

Fue uno de los momentos en que alguien o algo es capaz de acaparar miradas. Lavinia había cerrado al terminar el año su enorme tienda en la calle Ortega y Gasset de Madrid y anunciaba poco después la “venta inminente” del negocio (varias tiendas más, venta por internet…) a Ulysse Cazabonne, grupo con sede en Margaux (Francia), propietario de varios châteaux y con presencia en otros sectores que se define como marchand (comerciante) de vinos.

Ese día (lunes 19 de febrero) estaba anunciada la presentación de Lavinia On Trade, departamento dedicado a la hostelería, cuya importancia parece crecer tras los últimos acontecimientos. Su director, Roberto Aguado, reconoce que ahora tiene todavía “mayor sentido” ampliar y potenciar la distribución, la importación y la venta por internet. Algo que lleva haciendo ya cinco años, un tiempo que le ha servido para rodearse de destacadas obras de orfebrería. Minimalismo enológico procedente de 140 bodegas de una decena de países. 

Vinos biodinámicos, ecológicos, de pequeñas parcelas, con los más variados suelos y crianzas poco clásicas junto a elaboraciones algo más tradicionales pero en las que también se adivina un respeto a la viña, la variedad y al terreno. Así son las botellas cargadas de encanto de los grandes o pequeños productores que comparecieron en esa cita. Entre estos últimos, el enólogo Jean-Michel Petit que viajó desde el Jura (Francia) para mostrar la marcada personalidad de los chardonnays de Domaine de la Renardière. Larga estancia en barricas, combinada en ocasiones con fudres y ánforas, para lograr blancos especialmente elegantes, frescos y nada ampulosos. 

Incomparable el placer de perderse entre los champanes de larga crianza de Jacquesson o los creados únicamente con uva tinta (Montchenot) por Nicolas Maillart. También, encontrar elaboradores como Albamar, a la búsqueda de una expresión larga y profunda del albariño, que además de su 2022 guardaba un tesoro sin esconder: alguna botella de la cosecha 2017 definida todavía por su juventud, belleza y carácter. Y comprobar la delicadeza y fuerza que podía alcanzar la tinto fino de viñas viejas y parcelas elevadas en las manos de un enólogo como César Muñoz. La añada 2018 de Magallanes -quizá la mejor obra de ese inconfundible estilo al que entregaba su alma- nos lo recordará siempre. 

El interminable (y maravilloso) viaje a través de dos centenares de marcas se detenía cada poco tiempo en un punto no se sabe si de salida o de llegada. Los comentarios sobre la esperada presencia del director general de Ulysse Cazabonne, François Dugoua. Una especie de nuevo míster Marshall que también llega a nuestro país en tiempos convulsos y al que un sector necesitado de inversiones, ideas y proyectos tal vez le cante, con alegría, coplillas de bienvenida.