Mingortiz 2015, encanto sin límites

Ha acrecentado en un caso y modificado en otro la expresión, durante su reposo en botella, de dos elementos: el aire que exige renovar al descorcharlo y el carácter mineral que le aportan sus suelos. Una viña situada en Briones (Rioja Alta) y plantada con tempranillo que presume de estar próxima a encarar su sexta década de vida. Y que ofrece a su propietario y enólogo, Miguel Ángel de Gregorio, la oportunidad de seguir separando orígenes e influencias en pos de la definición de sus marcas.  

Es un paso más de un veterano proyecto vital que llevó a este ya histórico personaje a iniciar el camino para solventar una dualidad que consideraba superada. Elegancia y potencia eran, en su opinión, principios compatibles. Creo así un estilo que buscando demostrar esa ecuación ha ido depurando para, al menos en este vino, lograr una especial distinción sin renunciar a fuerza y firmeza. 

Resultan descaradamente llamativas la profunda capa y la belleza e intensidad de los aromas. Notas a fruta negra y roja madura (cereza, arándanos y otras bayas) acompañadas de apuntes a caramelo y especias. Todo ello equilibrado por el hondo frescor que acompaña a la sugerente combinación de sensaciones suaves y pulidos taninos sostenidos por una sólida estructura. El anuncio de la larga y positiva evolución de  este solvente tinto que invita a la reflexión mientras se disfruta de la calidad de su porte y sabor y, al mismo tiempo, de su encanto sin límites.

Bodega: Finca Allende
Web: http://www.finca-allende.com
DOC: Rioja
Variedad: tempranillo
Alcohol: 15 %
PVP: 44,90 euros