Transmite la impresión de que a tan relevante cita han acudido todos los convocados. En primer lugar, la más vieja viña de un desafiante proyecto. Cepas con unos pocos racimos de pequeñas bayas que se apropian del vino mucho antes de que fermente. El reflejo, afortunadamente irrenunciable, del paisaje y el clima de una zona privilegiada: las parcelas situadas a ambos lados de la carretera que une a dos localidades burgalesas, Pedrosa de Duero y Roa.
Parte de esa ruta es el paraje de Calogía que da nombre a la bodega destinada a cuidar con mimo los vinos soñados por uno de los más respetados enólogos de esa denominación de origen, José Manuel Pérez Ovejas, que ha encontrado allí la libertad implícita a todo proceso creativo. Su apuesta, renunciar a cualquier plazo de crianza previamente establecidos (crianza, reserva…) y dejarse conquistar por la casi siempre sutil y respetuosa impronta de las barricas francesas.
Por si tantas confluencias fueran pocas, la cosecha de 2019 enamora a cuantos se acercan a ella. Y más, todavía, a quienes se encuentren frente a una de las 2.500 botellas numeradas de esta elaboración tan especial que comenzó su camino con una doble selección de uvas. Gracias a ello traslada hasta la copa los más nítidos recuerdos a regaliz y fruta negra (grosellas, arándanos y moras) acompañados por suaves notas a café, caramelo y especias. Sensaciones que ayudan a construir este tinto amable, maduro, cargado de vida y de contenida fuerza que exhibe además destacado frescor. Equilibrada y distinguida presencia que lo convierten en claro candidato a ser el más elegante de los grandes vinos de la Ribera del Duero.
Bodega: Dominio de Calogía
Web: https://calogia.com
DO: Ribera del Duero
Variedad: tinto fino (tempranillo)
Alcohol: 14,9 %
PVP: 170 euros
