Prosecco, el competidor italiano que crece como la espuma

Es una bebida generalmente dulzona, en palabras de un catador, de la que apenas hay ejemplos que sean o se acerquen a un brut nature. Un vino espumoso que no se obtiene por el llamado método tradicional (segunda fermentación en botella) sino por el más sencillo y económico método charmant (segunda fermentación en grandes recipientes). 

El resultado suele ser vinos más complejos e intensos en el lado del champán y el cava y  más frutales, florales y ligeros en el del prosecco. Aún así, la comercialización de las cuatro versiones que según color y burbujas (tranquilo, frizzante, rosé y spumante) ofrece esa denominación de origen situada al noroeste de Italia crece como la espuma. En 2021 ha embotellado casi 630 millones de unidades, dos veces y media más que hace ocho años. 

En el mismo periodo, las expediciones de champán han sido poco más de la mitad (322 millones) y las del cava, 170 millones en los nueve primeros meses del año y la impresión de que el cómputo final será similar al de 2019 (en torno a 250 millones de botellas). En otros aspectos de esta batalla como rentabilidad o precio también parecen ganar Italia y Francia.
Foto: Moroso_JTucker