Ha sido el vino más esperado en mucho tiempo. Lo prueba la sorprendente hazaña de estar agotada antes de llegar al mercado, hace tan solo unos días, su primera añada. Se vende por cupos, y con más peticiones que existencias, a pesar de que se han elaborado más de un millar de magnums y casi veintiséis mil botellas de 75 cl.
Descorchar una de ellas permite ya apreciar la sugerente profundidad de sus aromas y asegurar en cuestión de segundos que este tinto ribereño no defraudará la expectación suscitada. Su único límite, que le falta un poco más de reposo en botella para desarrollar la complejidad y los matices (arándanos, regaliz, chocolate, brea, caramelo, tabaco o café) que ahora insinúa.
Cuenta además que se puede beber ya con enorme placer y que le ha sentado bien la caricia, durante catorce meses, de las mejores maderas francesas. Le ayudan a conseguirlo cepas viejas, viñedos en propiedad rodeando la bodega, rendimientos controlados, exigente selección, trabajo exhaustivo en la viña y la amplia experiencia de José Manuel Pérez Ovejas (asistido por Jorge Monge), autor de algunos de los más grandes vinos de esa denominación de origen.
Dominio de Calogía 2019 se muestra como un tinto actual, de clara influencia atlántica, con descarado frescor, mucha amplitud, taninos pulidos y algunos apuntes minerales. Su incontestable fuerza permanece en segundo plano envuelta en una delicadeza que alcanza enorme altura. Definición que, probablemente, permitirá a su autor, fiel a una ya larga trayectoria, seguir explorando la seductora senda de la elegancia ribereña. Y dejar escrito que había un más allá desde varios pasos más adelante.
Bodegas: Dominio de Calogía
D. O.: Ribera del Duero
Variedad: tinta del país
Alcohol: 14,9 %
PVP: 73 euros