La agricultura biodinámica y las prácticas ecológicas se han consolidado en esa enorme finca situada frente a Aranda de Duero (Burgos). Y también, el trabajo de varias generaciones, el conocimiento de las parcelas y la edad de las cepas. Por tanto, solo hace falta para lograr grandes vinos ir tropezando con cosechas de especial calidad.
Así fue 2016 en muchas zonas, entre ellas la Ribera del Duero. En esa denominación de origen un verano seco y caluroso afectó algo a las cepas jóvenes y muy poco a las de edades avanzadas. División que ponía en la mano de unas cuantas bodegas, como Finca Torremilanos, la posibilidad de elaborar a placer con uvas sanas y maduras.
Su crianza (categoría que utiliza por última vez) muestra una combinación de fruta, mayoritariamente negra, con algunos apuntes a flores, monte bajo, madera, especias y brea. Tinto de larga crianza, 24 meses en barricas francesas y americanas, con mucha potencia, concentración y madurez además de suficiente frescor. Una exhibición de fuerza como solo ofrecen, en ocasiones, los vinos de esa tierra.
I. P. L.
Bodega: Finca Torremilanos
Web: https://www.torremilanos.com
D. O. : Ribera del Duero
Variedades: tempranillo (95 %) y cabernet sauvignon ((5 %)
Alcohol: 14,5 %
PVP: 17 euros