Sigue siendo una explosión de sabor además de una loa a los vinos maravillosamente secos. Y también, ahora que tanto se habla de embotellar paisajes, una constante referencia al mar que le acompaña durante su crianza, a la humedad y el frescor, especialmente en primavera, del recinto que la acoge y, sobre todo, al velo que la protege.
Así es Solear, una manzanilla de destacada finura que ha formado parte de la trayectoria de Barbadillo desde 1938. Bodega que al cumplir ahora su segundo siglo ha querido recuperar, lo más fielmente posible, el vestido de aquellas primeras botellas que vieron la luz hace más de ochenta años. Puro encanto y belleza en el exterior que compiten con su interior.
Los tonos intensos a levaduras y piel de aceituna se reflejan en suaves recuerdos salinos y yodados para construir las más original de las expresiones de un vino blanco. Elaboración definida por la crianza biológica a la que solo el paso del tiempo permite alcanzar la grandeza. Imprescindible conseguir al menos dos de estas botellas y acercarse a una de ellas con no poco respeto para mejor apreciar su espléndida presencia. La otra debería servir tanto para contemplar su atractivo en el futuro como para recordar el momento.
Bodegas: Barbadillo
Web: https://www.barbadillo.com
D. O.: Manzanilla – Sanlúcar de Barrameda
Variedad: palomino
Alcohol: 15 %
PVP: 12 euros