Los vinos de Rioja han tenido en 2020 una caída del volumen de ventas en torno al 10 % respecto al año anterior y de un 12 % a un 13 % en la facturación. Un resultado mucho mejor de lo previsto en cualquier escenario tras el estallido de la pandemia, señala el consejo regulador. Los vinos blancos alcanzaron ventas similares a las del 2019.
Las primeras impresiones sobre los vinos de 2020 son muy positivas. Los descubes han mostrado tintos que destacan por su “gran potencial aromático, equilibrio y buena estructura” y en los que sorprende, sobre todo, “un tanino muy hecho, muy redondo”, ha asegurado Pablo Franco, director del Órgano de Control del Consejo Regulador. Los vinos blancos “sorprenden por mostrar mucha definición aromática, lo que evidencia una evolución muy positiva en las elaboraciones”.
La cosecha venía condicionada por cierta inestabilidad en la meteorología. La precipitación media estuvo por encima de 550 mm (alta con respecto a otras campañas) y hubo accidentes como el granizo. El mildiu hizo daño en ciertos puntos de Rioja Alta y Rioja Alavesa. Las ligeras precipitaciones del mes de septiembre, acompañadas de la entrada de viento norte y el descenso de las temperaturas nocturnas, “propiciaron un mayor equilibrio y mejora de los parámetros cualitativos”. La evolución de la maduración y del estado sanitario fue satisfactoria y produjo un incremento de la calidad de la uva conforme iban pasando los días. Los resultados, mucho mejores que los esperados inicialmente.