La suya no es una historia de cifras aunque podría parecerlo. En su relato aparecen cinco fincas, siete variedades y, entre otros datos y porcentajes, dieciocho meses de crianza en barricas bordelesas de roble americano y francés al 50 %. Son los elementos necesarios para construir un vino que en añadas destacadas puede ofrecer muchas satisfacciones a los aficionados.
Su origen hay que buscarlo en el impulso que enología y viticultura han recibido en esa parte de la DO Empordà. Cultivar por fincas y por parcelas, apoyarse en los vientos y en la proximidad o lejanía del Mediterráneo, recuperar variedades e incorporar otras era casi el único camino para lograr vinos destacados. Solo hacía falta tiempo para acumular experiencias y comparar resultados.
Esas combinaciones han dado vida a elaboraciones de enorme calidad presentadas como vinos de finca, monovarietales o experiencias excepcionales. Y de paso, si es que puede decirse así, a este tinto cargado de color, con recuerdos a fruta madura y tonos procedentes de su estancia en madera (tostados, caramelo). Es potente, largo e intenso y está acompañado por recuerdos a brea, anís y chocolate y envuelto en un gratificante frescor balsámico. Todo ello, unido a su precio, lo convierten en una alegría para empezar el año.
Bodega: Perelada
Web: http://www.perelada.com
DO: Empordà
Variedades: cabernet sauvignon (32 %), garnacha (26 %), merlot (21 %), syrah (11 %), samsó (7 %), monastrell (2 %) y cabernet franc (1 %).
Alcohol: 14 %
PVP: 11,95 euros