El mejor momento (también) para comprar trufa negra

Nunca hubo tantas ofertas para adquirir vinos tan buenos. Ni jamones que manteniendo la calidad limitaran tanto de precio. Ahora le llega el turno a las primeras trufas que hace unos días alcanzaron su maduración. No son las mejores ni las más aromáticas que aún tardarán en llegar unas semanas más pero todas ellas tropezarán con la misma piedra en forma de una hostelería o cerrada o semiactiva.

La constante extensión de las plantaciones en provincias como Soria, Teruel, Huesca o Castellón ha conseguido que bajara su precio. Si en momentos de escasez se han cotizado a bastante más de mil euros el kilo, en los últimos años se han situado en torno a los 700. Hace una semana en Teruel, relata el Heraldo de Aragón, algunos comercios la ofrecían a 150 euros. 

A quienes todavía les parezca excesivo, recordarles que cincuenta gramos (7,5 euros) son suficientes para alegrar con generosidad un plato para tres o cuatro comensales. Añadirla en el último momento (mejor cortada que rallada) sobre cualquier materia grasa como la yema de unos huevos fritos, un revuelto de setas o el queso de unos espaguetis, transporta a otra dimensión gastronómica. Y acompañar la comida con un vino suficientemente expresivo, impulsa la experiencia hasta un poco más allá.
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Foto: Klara Kulikova (Unsplash)