Pagos de Anguix 2017, el anuncio de un éxito

No es fácil para bodegas de otras zonas entrar, o entrar adecuadamente, en una denominación de origen como Ribera del Duero. Y menos cuando se tiene claro que lo más importante es la viña y que el futuro se escribirá en ecológico. Planteamientos que Juvé y Camps trae incorporados de sus cavas y vinos tranquilos del Penedés.

Por ello, hacerse con viñedo extenso, de cierta edad, en la franja norte de la denominación de origen y plantado a una considerable altitud es tarea entre muy difícil e imposible. Así ha sido también para Joan Juvé que ha tardado 14 años en culminar las conversaciones, iniciadas en 2003, para comprar instalaciones y viñas que cumplieran no con todas pero sí con muchas de esas condiciones.  

Lo consiguió con Torres de Anguix -ahora Pagos de Anguix– que conservaba más de 30 hectáreas de viñas, en Olmedillo y en la localidad burgalesa que le da nombre, plantadas a unos 850 metros de altura. Poco después se presentó la posibilidad de adquirir también la bodega más próxima: Campos Góticos. Allí estaban las 35 hectáreas cultivadas en ecológico que permiten cerrar de manera completamente satisfactoria esta complicada aventura.

Para dar a conocer el proyecto, y para mostrar las posibilidades de unas cepas que ya han cumplido varias décadas, han sacado al mercado su primera elaboración con el contenido de algunas de las mejores barricas que allí había. Pagos de Anguix 2017 es un tinto con diez meses de crianza que muestra sobrada capa, fruta silvestre y recuerdos a chocolate, regaliz y especias envueltos en acusado frescor. Una descripción que incluye todo lo necesario para atrapar, más pronto que tarde, a ese espíritu que hace tan diferentes a los tintos de la Ribera del Duero. La clave que permitirá contemplar a este vino como el anuncio de un éxito.
I. 
P.  L.