Lavinia, otra forma de entender el vino

Ver galería 1 Fotos

Un elegante champán de once años matizado por curiosos aromas de reducción, Jacques Lassaigne Blanc de Blancs 2008, y un albariño inmenso, Pazo de Señorans Blanco de Guarda 2012, cuyos tonos minerales y notas salinas resultan evidentes. Y además, un interesante burdeos de buena relación calidad-precio, Château Le Puy Cuvée Émilien 2016, la maravillosa complejidad de Roda I Reserva 2004 y un jerez, Williams & Humbert Amontillado Muy Viejo, que puede que no sea muy viejo pero sí muy bueno. 

Todos ellos y alguno más forman parte de la nueva colección creada para celebrar el XX aniversario de Lavinia. Una tienda que tiene a gala haber acercado el vino al consumidor con un modelo de negocio diferente. Algo que supuso una pequeña revolución en un país que hasta hace unos años permanecía ajeno a cuantas novedades y tradiciones -cadenas de tiendas, conservación y presentación de los vinos, preparación de los profesionales- eran frecuentes en otros muchos lugares. 

Este espacio nació en el madrileño barrio de Salamanca de la mano de dos apasionados, Thierry Servant y Pascal Chevrot. Entre sus aciertos, haber colaborado en la difusión de la cultura del vino y haber acercado vinos poco conocidos al gran público. Hoy, en manos de otra generación, el modelo de negocio “a medio camino entre la gran distribución y la bodega tradicional” factura 35 millones de euros al año tras haberse extendido a Francia y Suiza. Está dividido en cinco empresas que incluyen a una importadora, Vins du Monde, y un trozo de historia, Caves Augé, local que ya frecuentaba, entre otros personajes de la época, Marcel Proust.  

Otras tres tiendas en Madrid, París y Ginebra, dos locales más pequeños en el centro comercial Moraleja Green y en el barrio parisino de La Défense, y puntos de venta en las terminales de varios aeropuertos le permiten acumular referencias: 6.000 en París; 4.500 en Madrid, 3.000 en Ginebra y en torno a 1.000 en las que llaman sus tiendas satélite. 

Más de 6.000 metros cuadrados dedicados al vino, 1.400.000 botellas vendidas al año y 150 trabajadores son las cifras que completan la visión de este proyecto. Y la base para un futuro sustentado cada vez en mayor medida -el signo de los tiempos- en el comercio digital. Esa será su forma de conquistar otras naciones e instalarse en ellas una vez comprobado que su web y los consumidores de ese país se entienden a la perfección.