Alta Alella, ecológica y con las puertas abiertas

Ver galería 2 Fotos

El último paso, un final de película. Algo así como una ficha sobre el tapete que acierta el pleno. De esa forma tan poco usual se amplía bodega y viñedo (de 17 a 50 hectáreas) para seguir elaborando espumosos y vinos tranquilos bajo el amparo de las denominaciones de origen Cava y AlellaLa culpa, de una marca de éxito en Europa que demandaba crecientes cifras de producción difíciles de atender. Vender esa marca a otra bodega permite a la familia Pujol- Busquets Guillén ampliar su singular proyecto en el Parque Natural de Serralada de Marina, a menos de diez kilómetros de Barcelona y a 1,5 del Mediterráneo. 

Ese sueño, situado entre los pueblos de Tiana y Alella, comenzó hace tres décadas cuando nadie o casi nadie hablaba de viñedos ecológicos ni de conexión con el territorio. Hoy Alta Alella crea únicamente cavas ecológicos que llegan al mercado en todos los casos como gran reserva y, en dos, además, con la categoría más exclusiva: paraje singular (Paraje Vallcirera). Nuevos avances en el eterno empeño de embotellar en esa finca, Can Genís, la uva, el paisaje, el clima y la labor de quienes lo habitan. 

La añada 2015 de AA Mirgin (13 euros), el único que se estrena como gran reserva, sorprende por la finura e intensidad de sus aromas. La combinación clásica del cava (xarel·lo, macabeo y parellada) es capaz de ofrecer frescura, finura, suavidad y característicos tonos amargos. El resto, Laietà 2015  y Laietà Rosé 2015, Opus 2015, Exeo 2014 y Exeo Evolució 2008 han vivido todas sus añadas como gran reserva y en botellas especiales. Cavas con estructura, nervio y brío a los que sostienen en algunos casos las variedades tradicionales con el apoyo de las internacionales, mientras que en otros les ceden el protagonismo.

La gama asienta su complejidad y trascendencia con la fermentación parcial o total en barrica de la que se benefician los cavas de paraje singular (Opus y Exeo). El último ejemplo, Exeo Evolució 2008, es además una seria demostración de categoría y longevidad. En cambio, Laietà Rosé 2015, monovarietal de mataró (monastrell), presume de ser un jovial y resplandeciente canto a los vinos de Alella y del Mediterráneo. El encuentro con  el carácter de una tierra y de unos viñadores que se dirigen a quienes quieran conocerlos con la más rotunda de las frases: “Te esperamos con las puertas abiertas”.