Las lluvias que cayeron el pasado martes sobre las viñas de Mallorca han favorecido la maduración de la uva. Las denominaciones de origen Binissalem y Pla i Llevant coinciden en que “la cantidad de agua que ha caído ha sido muy positiva para los viñedos porque como no ha caído muy fuerte en nuestra zona ha limpiado la uva y no la ha dañado”, informa el diario Última Hora.
Ahora las plantas tienen más agua a su disposición, “lo que favorece que el grano se hinche y que baje un poco el grado de alcohol. Estas precipitaciones han dado un poco más de fuerza a la uva para terminar de madurar. Bienvenida sea”.
También los bodegueros de la zona han señalado que la cosecha de este año está claramente marcada por la sequía y que “esta lluvia moderada ayudará a recuperar algunas de las variedades que se van a vendimiar un poco más tarde, como las tintas”.