Las protestas por el bajo precio de la uva han hecho que el Instituto del Cava muestre su apoyo a todas las medidas que permitan garantizar el equilibrio entre la oferta y la demanda. Entre ellas, el Plan Estratégico de la DOP Cava basado en la segmentación de este producto por categorías así como en la zonificación delimitando zonas y subzonas para las gamas premium.
El Instituto del Cava se muestra también partidario de limitar las nuevas plantaciones, replantaciones y conversiones de derechos en autorizaciones y destaca la singularidad de esta bebida arraigada a un territorio, con un paisaje de viñedo singular y con una historia centenaria.
La situación, señalan, nos debe servir para que, en años venideros, sepamos trabajar conjuntamente, con más antelación y con mejores resultados este tipo de situaciones a fin de fortalecer el cava y cohesionarlo. Las empresas tenemos la responsabilidad, concluyen, de contribuir a construir un sector económicamente sostenible para todos: viticultores, cooperativas y elaboradores.