La cosecha oscilará entre los 39 y 40 millones de hectolitros y será un 15 % inferior a la del año pasado y un 10 % menor que la media de las tres últimas campañas, según la primera estimación de la sectorial vitivinícola de ASAJA. Las zonas más afectadas son las de mayor superficie vitícola como Castilla-La Mancha, con una bajada de la producción del 15 % respecto la campaña pasada, y Extremadura, con un 20 % menos.
Esta reducción se debe, fundamentalmente, a los efectos causados por la borrasca Filomena que provocó daños en la madera y las yemas de las viñas. Las viñas han sufrido también las heladas de primavera y los daños por pedrisco.
La organización agraria considera que la mejora actual del mercado se debe a factores como la menor producción de Francia e Italia, debido a las heladas de primavera, el incremento del consumo por la apertura de la hostelería y el aumento de las exportaciones impulsado, en cierta medida, por la supresión de los aranceles de Estados Unidos.
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Foto: DO La Mancha