Mayores rendimientos, más extracción y permitir el uso limitado de uvas situadas dentro de su territorio pero no inscritas en el registro de explotaciones vitícolas del consejo regulador. Esas son, en resumen, las medidas “asumidas” por la DO Cava y recogidas en un comunicado “ante las informaciones confusas que se han publicado”. La nota no precisa quiénes son los autores de esas informaciones ni por qué los cambios, aprobados por unanimidad el 18 de abril, no se han dado a conocer hasta ahora.
Las modificaciones de su normativa tendrán únicamente validez para la vendimia de este año. Con ellas se busca hacer frente al cambio climático y “a la excepcional bajada de productividad de los viñedos en las dos últimas cosechas debido a una persistente sequía”. Para ello se creará un fondo de vino base para elaborar cava “que cumpla con todos los requisitos y exigencias máximas cualitativas y de trazabilidad si se dan las condiciones que exijan liberalizarlo”.
A ese fondo, bautizado como “ Provisión de garantía cualitativa”, se podrá destinar -previa autorización- el rendimiento comprendido entre 12.000 y 15.000 kg/ha (cifra que recuerdan ya contempla el pliego de condiciones) y la extracción superior al 67 % e inferior al 74 %. Además se permitirá utilizar uvas de parcelas de la DO CAVA no inscritas en el registro de explotaciones vitícolas. El máximo será un 15 % en la producción de cada bodega elaboradora de vino base.
Foto: DO Cava