El consumo de vino cayó en España un 18 % en 2020 comparado con el año anterior fruto principalmente de la fuerte reducción que sufrió la hostelería no compensada por el incremento de ventas en supermercados. Fue este último sector el que lideró las ventas pasando de un 37 % a un 47 %, aunque el canal que más creció porcentualmente fue el de venta directa desde la bodega (tienda o pedidos digitales) cuya cuota de mercado casi se duplicó, subiendo de un 4,6 % a un 8,4 %.
Son datos de una encuesta a bodegas de nuestro país encargada por la Organización Interprofesional del Vino de España que muestra los efectos que la pandemia ha tenido sobre la comercialización del vino español por canales, tipos de empresa y de vinos. El estudio, desarrollado por una compañía especializada en investigación de mercados, Wine Intelligence, compara cifras de los dos últimos años y recoge las principales preocupaciones del sector.
La disminución de turistas extranjeros, los efectos económicos de la crisis y la recuperación de ventas en la hostelería inquietan a los elaboradores en el corto plazo. En el largo, aspiran a mejorar el interés de las generaciones más jóvenes por el vino, aumentar la competencia con otras bebidas y mejorar el posicionamiento del vino español en los mercados internacionales.
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