“Aumentar la superficie de viñedo y que vaya destinado a pequeños viticultores para que puedan obtener rentabilidad” se considera uno de los retos del futuro en la DO Rías Baixas, según anunció su presidente, Juan Gil de Araujo, en la entrega de premios de la cata del albariño. Algunos medios recogen que la ampliación podría ser de unas 2.200 hectáreas que corresponden a terrenos que en el pasado fueron viñas y hoy permanecen baldíos.
Otras informaciones adelantan que la vendimia se desarrollará entre el diez y el veinte de septiembre, las fechas habituales, y que la cosecha puede establecer un récord de 43 millones de kilos. La cifra se recibe con optimismo ya que, pese a la pandemia y al elevado número de actividades suspendidas, las bodegas están cerca de agotar sus existencias.
Foto: Bodegas Granbazán