Resulta evidente que estamos ante un blanco de guarda que sigue, aunque no fielmente, la tradición riojana. Pero es también un vino de coleccionista que encontrará suficientes voluntarios para atesorar alguna de las poco más de cuatro mil botellas que se han puesto a la venta por poco dinero. Y además, aunque la expresión se utilice poco en su tierra, un vino de meditación. Esa copa lentamente consumida, quién sabe si al final de la tarde, que invita a reflexionar sobre cuestiones trascendentes.
Se trata de la segunda entrega de una poco frecuente propuesta que tiene por nombre Chocolate CVC. Siglas que, aseguran, se corresponden con “coupage varias cosechas”. Una armónica combinación de tres añadas (2017 y siguientes) y uvas de cuatro variedades procedentes en su mayoría de viejos viñedos plantados en las proximidades de Laguardia. Su mosto fermenta, y se cría en parte, en barricas bordelesas (225 litros). El resto, en otras que doblan ese tamaño y en huevos de hormigón.
El resultado, un vino serio e intenso que conserva notas florales y aromas a frutas con hueso junto con la limitada influencia de algunos recuerdos lácticos. Le acompaña una clara sensación de volumen ceñida por los más variados tonos cítricos y afilada por una vibrante acidez. En su expresivo final aparece el contrapunto de algunas notas ligeramente amargas que hablan del contacto con maderas nobles y lías. Y que confirman la categoría de un blanco muy especial cuya larga vida acaba de echar a andar.
Bodega: Orben
Web: http://www.grupoartevino.com
D. O. C.: Rioja
Variedades: viura y malvasía (70 %), tempranillo blanco (20 %) y maturana blanca (10 %)
Alcohol: 14 %
PVP: 20,60 euros