Primero 2020, el necesario reencuentro 

Es un vino que cuenta una historia. O que permite, a quien conozca sus orígenes, revivir unas cuantas batallas. Ocurrieron hace un cuarto de siglo en un mundo muy distinto que se unía para boicotear a los productos franceses. Era la forma de protestar contra quienes se empeñaban en hacer estallar bombas nucleares en un precioso atolón del Pacífico. 

En aquellos momentos, un símbolo del poder comercial de ese país era el beaujolais nouveau. Un vino joven capaz de conquista primero a los parisinos y luego al resto de la nación que celebraba entusiasmada su aparición poco después de cada cosecha. Divertida fiesta a la que pronto se apuntó el resto del mundo y especialmente los japoneses que reservaban más botellas que nadie para sentirse también protagonistas de tan internacional convocatoria. 

Un importador europeo, a la búsqueda de un vino que pudiera sustituir a ese tinto antes de la fecha señalada para su llegada al mercado, el tercer jueves de noviembre, encontró la respuesta adecuada en Bodegas Fariña. Y gracias a uno y a otros, tenemos hoy una marca de significativo nombre que muestra, añada tras añada, la alegre respuesta de la tinta de toro a la maceración carbónica. 

El método de fermentación que tradicionalmente dio origen a los tintos del año en la Rioja Alavesa sirve también para lograr en Toro un vino floral, cargado de fruta, fresco, maduro y goloso. Un trago especialmente agradable pero sin excesivas complicaciones y sin demasiado precio que gusta a muchos y seduce a unos cuantos. Entre ellos, a quienes se acercan, en su primera o en su segunda juventud, a ese serio y complicado mapa en que se ha convertido el vino. Una cultura que necesita del Primero 2020 y de otras muchas elaboraciones más o menos parecidas para que le ayuden a reencontrarse con la cordialidad, la simpatía y las ganas de divertirse con moderación que siempre le acompañaron. 

Bodega: Fariña
Web: https://www.bodegasfarina.com
DO: Toro
Variedad: tinta de toro
Alcohol: 14 %
PVP: 5,80 euros